Nuevas rutas

Otro precioso día de otoño que he podido aprovechar para hacer una salida con la bici de monte. En esta ocasión había quedado con Alberto (un primo de Paula) y su amigo Javier, que se habían venido de los madriles. Inicialmente íbamos a dar la vuelta al Añarbe, pero esa ruta la tenían ya conocida así que hemos cambiado de planes.

Para empezar, hemos ido hasta San Marcos, rodeando todo el fuerte. Justo allí arriba hemos coincidido con Luisma, que estaba dando también una vuelta en bici y se ha venido con nosotros. El plan era ir hacia Péru, Landarbaso y subir luego hasta Malmazar. En esta subida he sufrido bastante y me he descolgado del grupo. Me notaba vacío y cansado del día anterior, pero por suerte una barrita y un poco de agua me han ayudado a recuperar ;-)

Arriba en Malmazar el viento soplaba bien, pero las vistas eran espectaculares, como siempre.

La incidencia del día ha sido justo en ese punto, donde después de parar a hacer alguna foto, Luisma ha roto la cadena (es que no se puede subir en plato grande! ;-).

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Pero bueno, tras reparar rápidamente hemos seguido sin mayores problemas, bajando por un bonito hayedo:

Una vez alcanzado el punto más alto hemos visto que el camino que íbamos a tomar de bajada inicialmente estaba lleno de piedras de esas que echan para que los todoterrenos puedan subir (sin comentarios). Así que hemos decidido bajar por otro camino alternativo que nos llevaría casi al mismo sitio pero un par de km más arriba. Bajada divertida, con un par de puntos más técnicos y alguna dudilla sobre cuál era el camino correcto. Menos mal que le hemos hecho caso a Luisma, jejejeje. Al final hemos bajado por un sitio que yo no conocía (pensaba que ibamos a ir por otro camino), pero muy muy bonito. Con una primera zona de bastante pendiente y algo roto, seguido de otra zona de pista más rápida, ya dentro del bosque:

Eso si, en uno de los punto "técnicos", me he debido dar con el acople en la rodilla al bajarme de la bici. Por suerte ha sido sólo chapa y pintura ;-)

Y ya desde ahí, la inevitable carretera y caminos hormigonados, de vuelta a casita. Al final han salido 45km en buena compañía y un nuevo camino que conozco. Mañana más!